Elegir conocer los hábitos y conductas de la fauna indígena es empezar a cambiar la mentalidad y la estructura de pensamiento colonizadora por una cultura y una mentalidad más holística, más que de conquista de convivencia. Un cambio de mentalidad que puede ayudar mucho a un desarrollo humano más sustentable y mucho más sostenible que lo que estamos habituados. Hoy tenemos, como civilización, una cultura que cree que al medio ambiente hay que conquistarlo, subyugarlo, ponerlo al servicio del ser humano y hemos desdeñado de las milenarias formas de convivencia con la naturaleza practicadas por antiguas civilizaciones precolombinas, que llegaron a desarrollar importantes y complejas sociedades humanas.
Hoy vemos conductas agresivas o mínimo descuidadas hacia la fauna autóctona. Mal manejamos a nuestras mascotas, que son depredadores invasores que afectan muchísimo a los animales autóctonos; curioseamos desmedidamente cuando aparece algún reptil, mamífero o ave pelágica en las playas. Si nos visitan comadrejas, nutrias o lagartos, consultamos a especialistas sobre formas de eliminarlos como si fuesen plagas; naturalizamos y aceptamos el tráfico y venta de especímenes silvestres como si fueran mascotas.
Todas estas situaciones se deben revertir, y para empezar a revertirlo hay que conocer más y más profundamente a nuestros vecinos animales de la fauna indígena. Es el primer paso.
Autor: Augusto Giussi